Trabajó primero como afinador de pianos y después como ebanista, hasta que un aparatoso accidente lo mantuvo inactivo, momento este en el que comenzó a dibujar.
Perfeccionó su estilo bajo la guía de José Segrelles, aunque a decir verdad su formación fue prácticamente autodidacta.
Sílvia Darnís (hija del dibujante) explicó cómo su padre se documentaba obsesivamente y a veces incluso empleaba a su hermana Natalia, que era delgadita, como modelo de Fideo de Mileto.
De este modo Luis Ramos, Jaime Juez –de muy especial e importante contribución a la colección-, Luis Coch, Juan Escandell, Tomás Marco Nadal, Juan Martínez Osete, Manuel Carregal o Víctor Arriazu (básicamente los mismos que colaboraban en El Capitán Trueno), serían los distintos entintadores (y a menudo portadistas) de la saga una vez que la creciente cantidad de trabajo -que el éxito trajo inevitablemente consigo-, desbordase por completo a Darnís obligándolo a encargarse casi exclusivamente de los lápices.
[2] Francísco Darnís falleció a los 56 años de una repentina embolia cerebral, apenas unos pocos meses después de que Bruguera clausurara -en su número 381- El Jabato, sin duda alguna su colección más conocida.