En 1795, el bey huseinita Hammouda Pacha volvió a reestucturarlo y le añadió una planta más.
Henri Dunant lo consideraba "la más bella casa principesca de tipo morisco que existe en el mundo".
[1] Este palacio fue la sede del jefe de gobierno mucho antes de que Túnez accediera a su independencia: Mustapha Kaak fue el primero en ocuparlo.
[3] Las habitaciones están decoradas con representaciones bíblicas e históricas.
El comedor tiene un techo alto, dorado y decorado con arabescos de muchos colores.