Más tarde, Iván Yuvachov, con quien Daniil siempre tuvo una excelente relación, se dedicó a escribir libros sobre sus viajes por tierras rusas y sobre temas espirituales.
En la primera parte de la velada se lee el manifiesto y poemas del colectivo.
En la segunda parte se pone en escena la pieza teatral recién compuesta por Jarms: Yelizaveta Bam.
Por aquel entonces los integrantes de Oberiú son Daniil Jarms, Aleksandr Vvedenski, Ígor Bájterev, Konstantín Váguinov y Nikolái Zabolotski.
En este contexto, Jarms tendrá imposible publicar sus obras vanguardistas: como autor adulto,[1] quedará prácticamente inédito hasta muchos años después de su muerte.
Este tránsito a la literatura infantil lo siguieron en la época diversos escritores y artistas gráficos, cosa que contribuyó en buena medida al breve esplendor del álbum y la literatura infantil en la URSS de aquellos años.
Tras el éxito de la revista Yozh la Editora Estatal Gosizdat lanza una publicación gemela dedicada a los niños en edad preescolar llamada Chizh ('El lugano' o, si se lee como sigla, 'Revista Extraordinariamente Interesante').
Las colaboraciones con Yozh y Chizh se convertían en muchos casos en álbumes ilustrados de tiradas también enormes.
Su audiencia reaccionaba con entusiasmo, encandilada por sus cualidades escénicas, sus trucos de magia, su excéntrico comportamiento y sus escritos sin concesiones.
Paradójicamente, Jarms manifestó en numerosas ocasiones, incluso por escrito, lo mucho que le disgustaban los niños en general.
Oberiú organizó diversas veladas más o menos escandalosas a lo largo de su breve trayectoria.
Ese día Jarms leyó entre otros poemas Vuelo a los cielos y Mentriroso (врун, catalogado como infantil).
Al artículo le siguieron más críticas airadas, y el grupo suspendió sus actividades.
En diciembre de 1936 escribe su famoso escrito sobre Pushkin: una de sus peculiares y poco solemnes contribuciones a los fastos del centenario del poeta nacional ruso (el nacionalismo iba en esta época sustituyendo al internacionalismo soviético).
Gracias a este diagnóstico evita participar en las operaciones militares y logra incluso una pequeña paga.
Durante los últimos tiempos, hasta entrado 1941, mantiene sus colaboraciones con Chizh y escribe alguno de sus mejores relatos adultos.
Aunque le iba la supervivencia en ello, tampoco para los niños escribió jamás según las directrices ideológicas impuestas.
De esta obra adulta, cabe destacar su producción poética (también poco conocida), sus piezas teatrales y sus historias cortas.
Druskin arrastró los papeles de Jarms en una maleta[5][6] y los mantuvo escondidos en su propio apartamento mientras las circunstancias requirieron una discreción absoluta.