Daniel Piudo Zubiri

Realizó sus primeros estudios musicales en la misma Sangüesa.

Mantuvo el cargo hasta su fallecimiento en Arlegui (Navarra), 24 de septiembre de 1918, siendo sustituido en el cargo por Antonio Pérez Sáinz.

[2]​[1]​ En ocasiones, en lugar de realizar las composiciones para las misas de festivos importantes, que era parte de sus obligaciones, Piudo tomaba obras de autores «menores» alemanes, las arreglaba y les ponía un nuevo texto en latín y las entregaba como «obras que debe presentar al Cabildo por su obligación semestral de componer varias músicas para el Archivo».

[1]​ Piudo era un entusiasta seguidor del Cecilianismo, siguiendo al maestro Eslava, de estilo facilón y un tanto decadente.

Interesante son sus dedicatorias, «A la nena de Aramburu», «A la nena de Pepe» o «La Chula».