Fundó la revista literaria Santiago, en la que escribieron destacadas figuras de la intelectualidad gallega.
Por entonces se afilió al partido carlista, comenzando una inquebrantable amistad con Juan Vázquez de Mella.
Destinado a Barcelona, se dedicó también desde entonces a la abogacía y tomó parte en algunos procesos de nota, al mismo tiempo que hacía activa propaganda política, lo mismo en la tribuna que en la prensa, especialmente en El Correo Catalán.
Elegido diputado a Cortes por Gerona en 1910, pronunció el mismo día en que se presentó en el Parlamento un discurso condenando los sucesos ocurridos en Barcelona durante la Semana trágica y defendiendo al Ejército, discurso que fue seguido de otro sobre el terrorismo en Barcelona, cuyo reparto en las Ramblas originó numerosos incidentes.
Cuando el Gabinete Canalejas presentó el proyecto de la llamada Ley del Candado, Dalmacio Iglesias la combatió, no sólo en el Congreso, sino en una excursión por casi todas las regiones españolas.
[7] Fue terciario dominico y fue condecorado con la cruz de oro Pro Ecclesia et Pontífice.