Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia
En 1998, el presidente Carlos Menem dictó un decreto disponiendo que cada año, los establecimientos educativos dedicaran ese día al análisis crítico del golpe y a "recordar a las víctimas tanto de la violencia irracional desatada por los grupos armados como de la represión ilegal".Desde que Argentina estableciera el voto secreto y obligatorio en 1912, solo los dos gobiernos radicales elegidos democráticamente habían podido finalizar su ciclo entregando el poder a un gobierno de otro signo elegido por tal vía (el último en 1928).[8] La manifestación fue relativamente pequeña, con una asistencia de unas 700 personas que marcharon desde la Plaza Pringles hasta el Concejo Deliberante, por la peatonal.Allí hablaron el intendente radical Horacio Usandizaga y el concejal peronista Pedro Bluma.[8] La marcha bipartidaria rosarina, se repitió en los años siguientes, bajo el lema "Memoria y alerta contra los golpes de Estado".[16][9] Durante la misma Hebe de Bonafini criticó que el presidente Alfonsín hubiera excluido a última Junta Militar del juicio, denunció que las autoridades tenían la intención de limitar al mínimo las condenas y juicios por delitos de lesa humanidad y exigió que fueran enjuiciados y castigados todos los culpables.En 1998, el presidente peronista Carlos Menem dictó un decreto disponiendo que cada año, los establecimientos educativos dedicaran ese día al análisis crítico del golpe y a "recordar a las víctimas tanto de la violencia irracional desatada por los grupos armados como de la represión ilegal".La ley fue aprobada con el número 26.085, con el voto mayoritario en ambas cámaras del Frente para la Victoria y el voto negativo o la abstención de la oposición de entonces (Unión Cívica Radical, PRO, Coalición Cívica ARI, Partido Socialista).Finaliza proponiendo a los argentinos "que nos demos la mano y miremos todos juntos para adelante".
Hebe de Bonafini
, presidenta de
Madres de Plaza de Mayo
, inició en 1985 la costumbre popular de marchar cada 24 de marzo para exigir a las autoridades democráticas que no haya nunca impunidad para las violaciones de derechos humanos.