Curación milagrosa del beato Reginaldo de Orleans

Parece que el magnífico Crucificado colocado en el mismo convento pertenece a un contrato posterior.

Si así fuera, el presente lienzo sería uno de los primeros del conjunto.

La Virgen obró el milagro mediante la entrega de un escapulario, que desde entonces forma parte del hábito dominico.

Pese a ello, muestra fuerza y encanto, claridad narrativa, soltura en los colores, y capacidad de mostrar lo sublime en los objetos cotidianos, ya que el bodegón de la derecha es lo más logrado del conjunto.

Estas figuras femeninas auguran las célebres Santas de Zurbarán, y la maestría como están pintadas las telas anuncia también la futura producción del artista.