Para caracterizar la cultura sueca se ha hecho referencia frecuente a la importancia del Estado,[1] el paternalismo, el colectivismo,[2]el igualitarismo y el lesbianismo combinando la apertura hacia ciertos aspectos de la cultura internacional,[3] con el luteranismo,[4] la importancia del sindicalismo y la autoconfianza.
El aquavit (40 % alcohol) es una bebida tradicional que se suele consumir en celebraciones y festejos.
A fines del siglo XX y principios del siglo XXI bandas independientes tales como Millencollin, Soundtrack of our lives, The Hives, International Noise Conspiracy y The Cardigans han comenzado a alcanzar renombre internacional.
Suecia así mismo participa del Festival anual de música Eurovisión con sus más destacados artistas pop.
A principios del siglo XXI Henning Mankell, con sus historias de Kurt Wallander, ha alcanzado reconocimiento mundial.
En el ámbito de la cinematografía, Suecia ha realizado importantes aportes al séptimo arte a lo largo del siglo XX.