Cultura paracas

Actualmente se sabe que lo que el arqueólogo peruano Julio César Tello Rojas denominó como «Paracas-Necrópolis» pertenece a otra tradición cultural, la llamada cultura topará, cuyo centro estaba ubicado más al norte, en el valle de Chincha.

En agosto del mismo año, Tello, ayudado por su discípulo Toribio Mejía Xesspe, instaló un campamento arqueológico en el sitio.

El primer cementerio paracas fue hallado por Tello en las colinas de pórfido rojo conocidas como Cerro Colorado.

[5]​ Tello estudió cómo los paracas enterraban a sus muertos y sostuvo que esta cultura pasó por dos épocas bien definidas.

El nombre proviene por la manera de cómo enterraban a sus muertos los Paracas, en forma fetal.

[6]​ Y en segundo lugar, las manifestaciones culturales de este yacimiento no pertenecen a la cultura paracas propiamente dicha, sino a otra tradición cultural distinta, que ha sido denominada Topará y que se desarrolló en los valles de Cañete, Topará, Chincha y Pisco, hasta la península de Paracas como límite sur.

Es probable que la cultura topará se impusiera bruscamente en la región tras una guerra de conquista.

El cadáver era momificado mediante una técnica muy elaborada cuyos detalles permanecen desconocidos; pero la mayor de las veces se recurría a la momificación natural, librada al medio ambiente.

Algunos fardos funerarios están envueltos hasta por diez u once mantos, y pertenecen sin duda a los miembros de las clases dominantes.

En cuanto a las figuras decorativas, estas representan seres míticos y motivos simbólicos, generalmente en formas geométricas de estilo rígido, pero todo realizado con gran sentido artístico.

En especial, una figura se repite constantemente: el denominado Ser Oculado, representado en cuerpo entero o solo su cabeza.

Cabe destacar que esta secuencia cerámica es la más completa del Formativo Andino.

La cerámica paracas tiene formas muy variadas: ollas, tazas, platos, así como botellas y vasijas globulares con doble pico vertical unido por gollete puente.

Existe constancia de que los paracas practicaron operaciones quirúrgicas, llamadas trepanaciones craneanas.

[7]​ Muchos cráneos con señales de trepanación indican que las personas sobrevivían a esa práctica, debido a la presencia de callos óseos en la zona operada, los mismos que solo se forman al pasar los años en una persona viva.

Cráneos deformados expuestos en el Museo Regional de Ica.
Manto Paracas.
Tazón estilo Ocucaje.