Los primeros maquinistas fueron extranjeros contratados (mayoritariamente británicos y franceses).
"Mantendrá las máquinas y calderas en perfecto estado de servicio, avisando, con la anticipación posible, al comandante de cualquier defecto que en ellas notare, para su pronta reparación; cuidando con esmero de efectuar, sin pérdida de tiempo, los pequeños ajustes y composiciones que en ellas se ofrecieren, para evitar daños que en lo sucesivo pudieran ser de más consideración: mantendrá, asimismo, las calderas perfectamente secas interior y exteriormente, avisando al comandante de cualquier defecto que notare en la cubierta que pudiera ocasionar derrames de agua sobre ellas: cuidará de picar con la posible frecuencia, las incrustaciones o escamas que se formen interiormente..." El artículo 42 establece que: "Los maquinistas de un buque armado mantendrán en puerto una guardia constante que permanezca a bordo, exceptuándose de este servicio el primer maquinista que se considerará constantemente de guardia a las órdenes del comandante".
Es decir, continuarían siendo subalternos, no oficiales vivos y efectivos.
Por esta y otras razones, este Cuerpo no gozó nunca de especial predicamento.
En el futuro la evolución de la técnica puede obligar a definir nuevas calificaciones de los Oficiales del Cuerpo General y a diversificar las características de su preparación, pero bajo el principio que persigue esta Ley: un solo Cuerpo, con la misma formación básica para todos sus componentes, que abarque las técnicas necesarias en todo momento."
Sus puntas estarán ligeramente inclinadas equidistantes de este".