La balanza por cuenta corriente se divide en las siguientes sub-balanzas: Recoge el intercambio de mercancías con el resto del mundo, tanto compras como ventas de bienes al exterior.
Apartados: Son los ingresos y pagos obtenidos o pagados sin una contrapartida, por ejemplo: remesas de emigrantes, la ayuda al desarrollo, etcétera.
En la balanza de transferencias se registrarán los movimientos de dinero entre residentes del país y residentes del exterior, pudiendo circular en ambas direcciones.
Si el saldo de la Balanza por Cuenta corriente es positivo diremos que existe un superávit, y si es negativo lo denominaremos déficit.
Los déficits pueden interactuar con las distorsiones que pueden conducir a un mal holandés dinámico.