En 1749 el inglés John Bird aplicó una técnica para mejorar la precisión de las marcas angulares en las placas de los instrumentos de medición astronómica como el sextante (60°) y el cuadrante o cuarto de círculo (90°).
El método utilizado fue el de la bisección continua ideado por el astrónomo George Graham (1673-1751).
Básicamente, este método consistía en determinar la mitad de la distancia de un arco de círculo por medio del cálculo de la mitad y bisectando la minúscula disparidad que invariablemente ocurre.
El mismo proceso es repetido con cada una de las dos mitades del arco de círculo resultantes, después con cada cuarto, octavo y así sucesivamente hasta que las divisiones marcadas en el arco puedan registrar de manera muy precisa pequeñas diferencias en la medida.