Siguiendo la tradición de fabricar finos objetos astronómicos (como por ejemplo cuadrantes murales de gran longitud focal), John Bird montó el segundo observatorio astronómico más importante de Inglaterra, el observatorio Radcliffe de Thomas Hornsby, en la ciudad de Oxford.
Ideó y puso en práctica un sistema para dividir la escala de los instrumentos ópticos de modo fino y exacto, lo que influyó en su fama como constructor: hacia el año 1760 había construido grandes instrumentos para los observatorios de París, Greenwich, San Petersburgo, Cádiz y Gotinga.
De Bird también era el instrumento utilizado por Tobías Mayer, astrónomo de Gotinga, para elaborar sus precisas tablas lunares.
Pero el mayor éxito de su carrera, sin lugar a dudas, fue la publicación de las numerosas mediciones efectuadas por George Dixon y Charles Manson, que finalizaron exitosamente con la medición del tránsito de Venus sobre el disco del Sol en 1761 que efectuaron desde el Cabo de Buena Esperanza: en todas ellas habían utilizado precisos instrumentos elaborados por Bird.
Dos años más tarde volverían a repetir éxito al determinar la longitud de un grado de latitud terrestre en la línea Mason-Dixon, en la frontera entre Pensilvania y Maryland, Estados Unidos.