En 1736, la expedición geodésica francesa confirmó el achatamiento de la Tierra por los polos y contribuyó a trazar la línea del ecuador terrestre.
Por tanto, en el momento de hacer las mediciones los referentes ya habían sido destruidos.
La preocupación surgía por una misión que para el habitante común de la zona era extraña.
Debido a los avances en la tecnología GPS, se determinó que la línea equinoccial realmente pasa unos metros más al norte del monumento a la mitad del mundo, y que los únicos monumentos hallados en la línea equinoccial, a la fecha, son el Museo Solar Intiñan; el monumento de la Catequilla, situado en un antiguo yacimiento arqueológico;[3][4] y, el Reloj Solar Quitsato.
Entre 1979 y 1982 fue construido un monumento de 30 metros de altura (réplica del monumento que fue trasladado a Calacalí) para marcar el punto donde se creía que el ecuador terrestre atravesaba el país en aquel momento.
A cada lado del monumento están inscripciones conmemorativas de la misión geodésica franco-española.
Así tenemos al Norte una leyenda conmemorativa, dedicada a Pedro Vicente Maldonado, que colaboró estrechamente con la Misión Geodésica en el año de 1736.
[1] Finalmente, en la cara este, está una inscripción dedicada a La Condamine y sus colegas franceses de la misión.
[1] Dentro de la Ciudad Mitad del Mundo existen cuatro pabellones con exposiciones permanentes.
[7] Otros atractivos turísticos permanentes son el Planetario, una maqueta de todo el Quito colonial en miniatura, y el Insectarium: el Primer Museo Entomológico del Ecuador, donde se está recopilando toda la inmensa y diversa entomofauna existente en Ecuador.