Cuando los hijos se van (telenovela)

Sin embargo, aunque trata de dejar a Álvaro, ella no puede; su amor es verdadero y completamente mutuo.

Kiko, otro hijo, usa y abusa del amor de Susana, que lo ama con locura.

Él le da la espalda al amor, sólo para recibir la ayuda económica de ella, pero luego se convierte en el cazador cazado pues termina enamorándose de Susana.

Va ganando confianza en sí mismo, comienza a resolver sus problemas internos y su terrible complejo de inferioridad.

Ella es todo besos apasionados, miradas lánguidas, suspiros en voz alta y rabietas infantiles, ¿pero será realmente amor o un capricho pasajero?