La Crucifixión es una obra realizada en la primera mitad del siglo xvi y atribuida a Ambrosius Benson.
En su mayoría eran piezas importadas de Flandes o encargadas a maestros de origen flamenco asentados en la península, si bien tanto unos como otros provocarían con su labor la expansión del arte flamenco, el cual acabaría por tener una influencia primordial en las escuelas locales.
[1] Los orígenes de la tabla resultan desconocidos; actualmente se atribuye su factura a Benson, por lo que la misma estaría fechada en la primera mitad del siglo xvi ya que Benson falleció en 1550,[1] datándose preferentemente con anterioridad a 1533.
Se sabe que la tabla procedía del colegio de las Madres Carmelitas de la ciudad, desconociéndose su destino original, aunque no sería hasta 1970 cuando la pieza se atribuiría por vez primera a Benson; esta asignación fue propuesta por la profesora Elisa Bermejo, quien además dio a conocer la pieza,[1] siendo dicha atribución suscrita en 1977 por el cronista Anselmo López Morais.
Por su parte, San Juan, vestido con túnica y manto rojizos, se muestra agitado por tener ambas manos frente al pecho en señal de desconsuelo, siendo la figura que más viveza aporta a la obra.
[1] En la obra persisten todavía las tradiciones del gótico, las cuales se imponen a la ya entonces poderosa corriente renacentista.