Pueden realizarse en barcos con capacidad para 10 o varios cientos de personas.
Algunos lugares populares son: Los cruceros fluviales con alojamiento ofrecen travesías más largas.
Según Douglas Ward, "un crucero fluvial representa la vida en el carril lento, navegando a un ritmo suave, empapándose del paisaje, con abundantes oportunidades de explorar pueblos y ciudades ribereños en ruta.
Es una experiencia sumamente relajante, un antídoto contra las presiones de un mundo acelerado, en un entorno confortable sin pretensiones, con buena comida y agradable compañía".
[1] Los cruceros fluviales son una importante industria turística en muchas partes del mundo.