En 2012 esta misma institución le otorgó un doctorado en Letras Humanas, con distinción honoris causa.
Sus investigaciones de corte histórico sobre las definiciones populares de la locura y la historia de la psiquiatría en México a inicios del siglo XX han aparecido en las revistas Hispanic American Historical Review, Journal of the History of Medicine and Allied Sciences, entre otras, en Inglaterra, en Argentina y en los Estados Unidos.
[7] En el 2015, publicó la continuación: Condolerse, 16 textos de jóvenes ensayistas, cuentistas, poetas y narradores, quienes abordan la violencia desde distintos ángulos, entre los que destacan: Verónica Gerber, Mónica Nepote, Yásnaya Aguilar, Marina Azahua, Javier Raya, Amaranta Caballero y la propia Rivera Garza, entre otros, quienes tienen en común sólo una idea: la escritura es un proceso de sutura.
[8] Para Cristina Rivera Garza, quien escribe una novela debe aventurarse en el contexto en el que se desarrolla la historia; debe conectarse con el mundo de maneras que le permitan extraer ideas y datos para centrar la obra.
Según Cristina Rivera, los lectores frecuentes son personas que no se dejan manipular o aburrir con libros, y es la razón por la que el autor debe plasmar todo de sí mismo en su obra.