Las disoluciones cristaloides fueron estudiadas hacia 1850 por Thomas Graham, quien fue el primero en diferenciarlos de los coloides.Los cristaloides de los líquidos orgánicos son la glucosa, la urea, la creatinina, los aminoácidos, las enzimas y las hormonas.[3] Contienen solutos en concentración igual o superior a la sangre por lo que son capaces de aumentar la presión osmótica.No contienen proteínas u otros coloides (moléculas de gran tamaño) por lo que disminuyen ligeramente la presión oncótica (o coloidoosmótica) al disminuir su concentración (hemodilución), por aumento del volumen total.Las soluciones de coloides son más eficaces para este cometido.