Cristóbal de Acevedo

Polo de Medina lo menciona en las Academias del jardín (1630), aludiendo con tópico encomio a la semejanza de su pintura con el natural, junto a los también murcianos Pedro de Orrente y Lorenzo Suárez.

Lázaro Díaz del Valle es quien informa de su estancia en la Corte siguiendo a Vicente Carducho, aunque por evidente error Ceán Bermúdez lo hizo discípulo de Bartolomé Carducho.

En Murcia instaló su taller y recibió aprendices.

Ceán Bermúdez menciona como obras suyas un San Fulgencio ante una aparición de la Virgen, que se hallaba en el Colegio de San Fulgencio, luego Seminario, un San Andrés Corsino a caballo, matando moros, en la escalera del Carmen Calzado, también perdido, y San Pedro Nolasco rescatando cautivos que con La aparición de la Virgen al rey Jaime I de Aragón, procedentes del antiguo retablo mayor de la iglesia del convento de la Merced, en el que colaboró con Lorenzo Suárez, son las únicas obras conservadas.

Con ellas, según Ceán, se acredita entre los buenos profesores de su tiempo, por la corrección del dibujo.

Redención de cautivos por san Pedro Nolasco , detalle con la firma «Azebedo», Murcia , iglesia de la Merced .