Su caída condujo a un gobierno provisional dirigido por Fouad Mebazaa como presidente y Béji Caïd Essebsi como primer ministro, el cual disolvió los mecanismos de poder del régimen (el poder legislativo y el partido hegemónico RCD) y convocó a elecciones libres para una Asamblea Constituyente en octubre de 2011.A partir de ese día empezaron las revueltas sociales que fueron protagonizadas por jóvenes que gritaban consignas contra el gobierno, lanzaban cócteles molotov y se enfrentaban a pedradas con la policía.[22] Tras la caída de Ben Ali las protestas no cesaron, y éstas pasaron a ser dirigidas hacia el gobierno de transición comandado por el primer ministro Mohamed Ghannouchi.El 12 de enero el primer ministro tunecino, Mohammed Ghannouchi, destituyó al ministro del Interior, Rafik Belhaj Kacem, y anunció que todos los detenidos desde que comenzaron las protestas serían puestos en libertad.[29] Las fuerzas de la oposición criticaron la "violenta represión" de las manifestaciones y demandaron al Gobierno que estableciera un diálogo nacional entre todos los sectores políticos y sociales del país.Posteriormente fue llevado al ministerio del interior donde permaneció con las manos atadas hasta su liberación.[31] El presidente del partido Congreso para la República (CPR), Moncef Marzouki, exiliado en París (Francia), anunció su vuelta inmediata al país y declaró que Túnez está viviendo una segunda independencia y que ahora "el poder está en la calle" mostrando su satisfacción por la marcha de Ben Alí y solicitando que todos sus "esbirros" abandonen el poder.[35] El alzamiento del pueblo tunecino, el primero de corte no islamista que sucede en un país árabe con éxito, ha generado incertidumbre en otros países árabes, cuyos habitantes viven en condiciones similares a los de Túnez, y ha provocado protestas similares y manifestaciones en apoyo del pueblo tunecino.[36] Otras manifestaciones han ocurrido en diferentes países árabes en apoyo de Túnez, como en Egipto, donde los manifestantes se han opuesto también a su propio gobierno, en contraste con el silencio de sus gobernantes, pues sólo Egipto y Catar han hablado sobre la revolución popular de Túnez, tarde y ambiguamente; Marruecos, incluso, prohibió las manifestaciones solidarias con Túnez.[37] Distinta reacción ha tenido la revuelta en la prensa independiente árabe; el diario libanés As Safir, incluso, llegó a difundir su deseo de que esta primera revolución popular árabe del siglo XXI sea un modelo para el cambio en el mundo árabe esperado desde hace mucho tiempo.[37] En Libia, si bien Muammar al-Gaddafi se declaró a favor del pueblo tunecino, registró protestas violentas en diversas localidades que incluía la quema de comercios.Naciones Unidas exigió que el Gobierno realizase una investigación "transparente, creíble e independiente sobre la violencia y las muertes".[21] El secretario general, Ban Ki-moon, afirmó que "la situación política se está desarrollando rápidamente y todos los esfuerzos deben ser realizados por todas las partes interesadas para establecer un diálogo y resolver problemas de forma pacífica para evitar una mayor pérdida, la violencia y la progresividad".El Primer Secretario del Partido Socialista de Francia, Martine Aubry, ha pedido al Gobierno de Francia ser más duro con el gobierno tunecino: "Me gustaría decir a la gente de Túnez que cuenta con el apoyo y solidaridad del PSF, y le pedimos que Francia adopte una posición firme para condenar la represión inaceptable".También prohibió al expresidente de Túnez refugiarse en territorio francés y afirmó que sus allegados radicados en Francia deberían salir del país, negándole así cualquier tipo de apoyo.Reino Unido: El Secretario de Asuntos Exteriores británico, William Hague, condenó la violencia y pidió "un rápido retorno a la ley y el orden, la moderación de todas las partes, un movimiento ordenado y justo hacia elecciones libres y una expansión inmediata de las libertades políticas en Túnez", instando a las autoridades de Túnez "a hacer todo lo posible para resolver la situación pacíficamente".Estados Unidos: El presidente estadounidense, Barack Obama, aplaudió la valentía y la dignidad de los tunecinos.Él y su familia habían ejercido un control directo sobre la economía del país lucrándose personalmente.La Asamblea Constituyente continuó con sus trabajos para aprobar una nueva constitución mediante complejas negociaciones.Si en este país la corriente islamista —los Hermanos Musulmanes y los salafistas— es mayoritaria excepto, acaso, en las grandes ciudades como El Cairo, en Túnez ambas fuerzas están bastante equilibradas.En octubre de 2012 Lofti Nagdh, coordinador en Tataouine del partido laico Nidá Tunis, fue linchado por unos exaltados que aún no han sido detenidos.
Efectivos del ejército efectuando detenciones.
Efecto dominó de la revolución de Túnez.
Manifestantes en
Nantes
(
Francia
), en apoyo del pueblo tunecino, el 15 de enero de 2011.