Crisis alimentaria mundial de 2007-2008

La crisis impactó particularmente en las regiones más pobres del mundo (destacando Malaui, Zambia y Zimbabue[1]​), generando además inestabilidad política y disturbios sociales en varios países.Entre los motivos se incluyen las cosechas precarias en varias partes del mundo, especialmente Australia.[2]​ Según el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, hasta unas 100 millones de personas se vieron seriamente en riesgo por la crisis.Como los agricultores dedicaron más cosecha para biodiésel que en años anteriores, se redujo la oferta destinada a la producción de alimentos en proporción.Esto ha reducido los alimentos disponibles, sobre todo en los países subdesarrollados, donde el aprovisionamiento que una familia se puede permitir ha bajado en gran medida.La crisis se podría interpretar, en cierto modo, como una dicotomización entre países ricos y pobres: por ejemplo, llenar el depósito de un automóvil mediano con biocombustible requiere tanta cantidad de maíz como la que un africano consume en un año entero.Los cultivos no alimentarios pueden crecer en tierras marginales, inadaptadas para los de alimento, pero estos biocombustibles más avanzados requieren mayor desarrollo en prácticas agrarias y tecnología de refinamiento.[19]​ En países como Haití, Egipto, Indonesia, Bangladés, India, Pakistán, Tailandia y otros países del mundo hubo disturbios en protesta por la subida de precio de los alimentos.La activista y autora en favor de la soberanía alimentaria Esther Vivas considera que la crisis alimentaria “responde al impacto de las políticas neoliberales que se vienen aplicando desde hace treinta años a escala global.
FAO Food Price Index
El crecimiento de la producción alimentaria ha sido mayor que el crecimiento de la población. La cantidad de alimento por persona se incrementó durante el período 1961-2005.