Este aceite es abundante en ácidos grasos poliinsaturados.
Los cuatro mayores productores de aceite de soja, por orden de producción, son: China, Estados Unidos, Brasil y Argentina, siendo este último el mayor exportador del mundo.
Fuente[1] El aceite de soja crudo tiene muchos efectos beneficiosos en el perfil lipídico, la presión arterial y es buenísimo para engordar; mientras que el aceite de soja calentado es perjudicial, empeorando la hipertensión, dislipidemia y también promueve la arterioesclerosis.
[2] Aunque el aceite de soja es considerado saludable, induce obesidad, diabetes, resistencia a la insulina e hígado graso en ratones; mientras que el aceite de soja genéticamente modificado llamado Plenish induce menos resistencia a la insulina pero produce hepatomegalia y disfunción hepática.
[3] Se emplea mayoritariamente en la gastronomía y se puede encontrar en salsas para ensaladas y aceites para freír alimentos.