Crimen pasional

El término tiene su origen en Francia (crime passionnel en francés) y es usualmente asociado a la historia de este país.

Conviene observar que también las mujeres son capaces de un comportamiento tan violento, por ejemplo en el caso de la francesa Henriette Caillaux a inicios del siglo XX.

Durante el siglo XIX algunas sentencias para los esposos que asesinaban a sus cónyuges podían terminar en un arresto de solo dos años para el asesino, con base en la momentánea enajenación mental sufrida.

Históricamente, este tipo de argumentos se utilizaban como defensa para varios crímenes violentos, pero gradualmente su uso ha sido reducido principalmente a una defensa parcial para intentar que acusados de asesinatos sean procesados por homicidio involuntario.

A nivel internacional las legislaciones desde finales del siglo XX han sido menos benevolentes con esta clase de crímenes, reduciendo los casos en los cuales se puede invocar una "grave alteración de la conciencia", pero aún se reconocen situaciones especiales donde la responsabilidad penal se reduce cuando el crimen es cometido bajo el impulso de comprobadas emociones violentas repentinas.

Escena de triángulo amoroso según la ve el pintor Ingres en esta escena de Paolo y Francisca de Rimini de la Divina Comedia de Dante Alighieri . Los celos son un poderoso sentimiento que aparece en este tipo de crímenes.