Quedó inédita su Historia de Talavera y varios autos sacramentales que se imprimieron en 1649 en un tomo titulado Nochebuena.
Tuvo una segunda parte que en realidad no lo es, salvo por el uso del procedimiento alegórico, Entendimiento y verdad (Alcalá de Henares, 1673).
Esta obra fue publicada por su hermano, gran lector suyo, así como una colección de sus loas, villancicos y autos sacramentales, impresa con el título de Noche buena en Madrid, año 1661, muerto ya el autor.
El filósofo (1650) es una obra científica escrita primeramente en latín que consiste en realidad en un epítome comentado de Aristóteles, Sacro Bosco, Clavio, Santo Tomás, etc.
Es notable el casticismo de estilo y la claridad con que se expresó Cosme Gómez; en efecto, fue un decidido adversario del culteranismo, al que criticó en su primera producción con gracia y agudeza.
[4] También hay que resaltar su faceta de folklorista: recoge en La Nochebuena, por ejemplo, una infinidad de cancioncillas tradicionales (villancicos, sobre todo), algunos juegos como el "adivina quién te dio", que da título a un auto, o el del "Santo Mocarro", adivinanzas, e incluso el habla popular entre los pastores.