Corteza prefrontal

Se distingue de otras áreas del lóbulo frontal por su composición celular, su inervación dopaminérgica y sus aferencias talámicas.

[4]​ Existen tres formas posibles de definir la corteza prefrontal: La corteza prefrontal ha sido definida con base en la citoarquitectura cerebral por la presencia de una capa granular (la capa cortical IV).

Muchos de los investigadores pioneros en citoarquitectura de la corteza cerebral restringieron el término «prefrontal» a una región mucho más pequeña de la corteza que incluía la circunvolución recta y la circunvolución rostral (Alfred Walter Campbell, 1905; Grafton Elliot Smith, 1907; Korbinian Brodmann, 1909; Constantin von Economo y Georg N. Koskinas, 1925).

Parece que fue Akert quien, en 1964, sugirió por primera vez explícitamente que este criterio podría ser utilizado para definir las zonas homólogas a la corteza prefrontal en primates y no primates.

Por ello, se ha propuesto una definición de la corteza prefrontal como la región de la corteza cerebral que mantiene unas conexiones recíprocas con los núcleos mediodorsales más fuertes que con cualquier otro núcleo talámico.

[7]​ reconocen que incluso con la aplicación de este criterio, resulta difícil definir inequívocamente la corteza prefrontal.

[6]​ El término prefrontal como una descripción de una parte del cerebro parece haber sido introducido por Richard Owen en 1868.

La corteza prefrontal dorsal está especialmente interconectada con regiones cerebrales implicadas en procesos como la atención, la cognición y la acción,[13]​ mientras que la corteza prefrontal ventral se interconecta con regiones implicadas en la emoción.

[15]​ Así, existe una coordinación entre el grado de arousal o activación general, y el estado mental.

[18]​[19]​ Otros estudios posteriores realizados con pacientes afectados de daños prefrontales han mostrado que los pacientes verbalizan correctamente cuáles serían las respuestas sociales más apropiadas bajo determinadas circunstancias.

Existe abundante investigación encaminada a mejorar la comprensión del papel de la corteza prefrontal en los trastornos neurológicos.

Se han comenzado a realizar ensayos clínicos con ciertos fármacos que han mostrado una mejora de la función de la corteza prefrontal, como la guanfacina, un agonista adrenérgico que actúa sobre los receptores alfa 2.

[21]​ La interferencia retroactiva se ha relacionado con la corteza prefrontal ventral anterior mediante estudios con magnetoelectroencefalografía que estudiaban la relación entre la interferencia retroactiva y la memoria de trabajo en adultos de edad avanzada.

Se cree que al menos algunas de las capacidades humanas para sentir culpa o remordimientos, y para interpretar la realidad están relacionadas con la corteza prefrontal.

Shimamura propuso la teoría del filtrado Dinámico para describir el papel de la corteza prefrontal en las funciones ejecutivas.

[30]​ En síntesis, según esta teoría integrativa, la corteza prefrontal guía la información entrante y las conexiones que posibilitan el control cognitivo de las acciones.

Partes de la corteza prefrontal
Prefrontal. Con áreas de Brodmann.