Por lo general, los lineamientos y criterios característicos de cada texto o editorial, los cuales permiten mantener homologado el lenguaje, tono e identidad, se encuentran contenidos en el manual de estilo.
[cita requerida] De acuerdo con el editor alemán Kurt Wolff,[cita requerida] los requisitos del editor son: un nivel educativo superior al universitario; familiaridad con la literatura universal; capacidad de juicio independiente, bien fundada respecto a los valores literarios, combinada con la capacidad de distinguir lo original y lo imitativo, lo auténtico y lo artificial, y sentido del olfato y comprensión frente a las tendencias visionarias de su tiempo.
[cita requerida] En inglés, existe una diferencia entre copyediting (corrección de original) y editing (edición que puede cambiar la sustancia del texto).
[cita requerida] Durante los siglos XII y XIII aparecieron los copistas, que hacían los libros uno por uno, recogidos en la silenciosa paz de conventos y monasterios, al lado de un maestro que les enseñaba su tarea.
Había que aceptar esa regla ética mínima para merecer el ingreso como aprendiz.
Además, la profesión fue siempre ejercida por periodistas, licenciados en Letras, editores u otras personas con distintas trayectorias académicas, pero nunca se consolidó la "Corrección de Textos" como una carrera formal en ningún país de habla hispana (en Argentina, recién en 1990 se creó Litterae, que actualmente ofrece la carrera con título no oficial en "Corrección de Estilo").
Al mismo tiempo, su lugar en redacciones y editoriales quedó reducido al mínimo, privilegiando la modalidad de contratación "freelance" y el home office, es decir, el trabajo de oficina en casa.
La fecha se eligió por coincidir con el natalicio del pensador humanista Erasmo de Róterdam, reconocido por su dedicación en las labores editoriales.
En cambio, en diarios y revistas se utiliza sub-editor (o subeditor), comúnmente apocopado sub.