Existen referencias de que ya hacia 1860, las Tonadas Trinitarias eran interpretadas durante las festividades locales por coros de diferentes barrios, que se reunían para competir mientras desfilaban por las calles.
Aquellas agrupaciones corales llevaban usualmente el nombre de sus localidades regionales, y en ocasiones llegaron a incluir hasta cien o más participantes.
La hemiola vertical constituye el elemento más esencial del ritmo sesquiáltero, y consiste en la práctica de superponer una pulsación rítmica binaria a una ternaria, de la manera siguiente:
[4] Un solista daba comienzo a la canción entonando una melodía sin texto y también improvisaba variaciones sobre los temas que cantaba el coro.
Un participante llamado "censor" se encargaba de supervisar el lenguaje utilizado en los cantos.