Coro Nacional de Ucrania

Coro Nacional de Ucrania — сoro ucraniano dirigido por Kyrylo Stetsenko y Oleksandr Koshyts.

Como director de la capilla, O. Koshits debía dirigir el coro a su llegada a Kamianets, pero antes que él llegó Kyrylo Stetsenko, que asumió arbitrariamente la dirección de la capilla y reclutó apresuradamente un grupo de coristas basado en los alumnos del Coro Nacional, que él dirigía en Kyiv.

La impresión se vio reforzada por el hecho de que estaba iluminada por una luna clara.

Por todo esto habían pasado turcos, tártaros, lyakhs, valacos y nuestros gloriosos hermanos cosacos.

Nos hicieron preguntas y nos enseñaron los hoteles donde vivían los miembros de la Capilla... las puertas de las habitaciones daban directamente a la calle, una cama, un diván para tifoideos y una palangana para lavarse, cuya visión nos hizo desear volver a Ternopil."

El 9 de marzo, Koshyts pidió a los artistas locales Hagenmeister y Burachek que confeccionaran trajes nacionales para los conciertos.

[3]​ "México está en deuda contigo por traernos una organización conocida como el Coro Nacional de Ucrania.

El pueblo mexicano nunca olvidará a sus famosos amigos y esperará su visita."

Gracias a esto, el Secretario Vasconcelos en una carta al empresario del coro  escribirá "La interpretación que el Maestro Koshyts dio a las canciones populares mexicanas ha aumentado mil veces nuestro reconocimiento".

El destacado compositor mexicano Manuel María Ponce también se convirtió en un aficionado del arte ucraniano quien en su artículo nota la rítmica de "Shchedryk" de Mykola Leontovych, y caracteriza la llegada del coro ucraniano a México, como lo hizo una vez en Praga, según la fórmula de César "Vine, Cante y Venci" (Llegó, cantó, ganó).

La gente llama a Koshyts  "calva divina", y los artistas ofrecen registrar una nueva tendencia cultural: "La musica Koshytsyna".

El concierto se realiza en un estadio acústico donde caben mas de 40 mil personas.

Koshyts esta de pie en un banco y los cantantes a lo largo del pasillo.

Reescriben las notas, debajo escriben la letra de la canción y al mismo tiempo aprenden a pronunciar las palabras.

Pero, cuando cantamos “Paloma blanca” – pensé que la tierra se iba a agrietar y fallar.

El público grito tanto que no pude entender nada, solo vi como agitaban las manos, sombreros, carteles...

Los coristas me contaron, que después de esta canción un hombre en el parterre golpeo la gorra al suelo, salto sobre una silla, levanto las manos arriba y comenzó a gritar como un loco.