Corán Amiri

[6]​ El objetivo del gobierno del recién formado Reino de Egipto no era deslegitimar a los otros qirāʼah, sino eliminar lo que el colofón etiqueta como errores, que se encuentra en los textos coránicos utilizados en las escuelas públicas.[8]​ Ingrid Mattson atribuye a las ediciones producidas en por imprenta el aumento de la disponibilidad del Corán escrito, ya que permitían una producción masiva, lo cual, por otro lado, conlleva una pérdida en la cantidad o diversidad de qirāʼah.[9]​ El texto escrito se ha convertido en canónico y la recitación oral ha perdido gran parte de su anterior igualdad.[12]​ Una gran cantidad de Coranes anteriores a 1924 fueron destruidos arrojándolos al río Nilo.[5]​ Además de Bergsträsser, Jeffery y los demás académicos o eruditos occidentales que trabajaron en Egipto durante esa era.