En este caso el trofeo se fue a la Ciudad Condal de la mano del Fútbol Club Barcelona que conseguía así su octavo título de campeón nacional.
En contraposición Extremadura solo presentó a su equipo campeón y no al subcampeón.
Por primera vez en la historia del torneo se utilizó para determinar los vencedores de las eliminatorias el sistema de "goal-average", declarándose vencedor al equipo que más goles marcara entre los dos partidos.
En caso de empate, se tomaba como primer criterio el "goal-average" particular entre los equipos implicados.
El encuentro, que se llevó a cabo en medio de la lluvia, resultó muy disputado, llegando incluso los periódicos de la época a calificar el partido como «violento».
Rafael Alberti, que estaba presenciando el encuentro, se inspiró para escribir su «Oda a Platko»[4] al recibir el portero del Barça un fuerte golpe en la cabeza al evitar un gol cantado de la Real Sociedad.
Hubo de disputarse una prórroga, que dejó el encuentro tal y como estaba.
El campeonato habría de decidirse, por tanto, varias semanas más tarde en un tercer partido.