Gracias a los dos triunfos, Olimpia se consagró campeón del mundo por primera vez en su historia.
[1] Esta edición de la copa fue la última que se disputó bajo el sistema de doble partido, ya que a partir del año posterior los equipos participantes comenzaron a disputar la final en un único encuentro llevado a cabo en terreno neutral, luego de que las confederaciones sudamericana y europea acordaran un convenio con la empresa multinacional Toyota para trasladar la competencia a Tokio, capital de Japón.
Frente a un equipo superior técnicamente, los escandinavos no rompieron los pronósticos y cayeron en los dos choques.
En la ida, en tierras suecas, Isasi marcó poco antes del descanso para los paraguayos.
Sobre el partido, el entrenador del equipo paraguayo, Luis Cubilla, aseveró: