La final, a partido único, tuvo lugar el 30 de mayo de 1979 en el Estadio Olímpico de Múnich, en Alemania, y en ella se enfrentaron el Nottingham Forest y el Malmö FF, con victoria del equipo inglés por 1-0.
Cabe destacar que el Nottingham Forest era debutante en Copa de Europa, y que solo dos años antes jugaba en la segunda división inglesa.
El polémico y carismático entrenador inglés Brian Clough (que al comienzo de la década había entrenado al gran rival regional del Forest, el Derby County FC) y su segundo Peter Taylor fueron los artífices del milagro que supuso tomar las riendas de un club de provincias, histórico pero modesto, y llevarlo a ganar la liga inglesa y la Copa de Europa.
[1] El conjunto del Malmö FF acudía a la final con tan solo 3 goles en contra en toda la competición, siendo el mejor conjunto defensivo de Europa en aquella temporada.
El equipo sueco era el estandarte de la revolución que se vivía en el fútbol de este país escandinavo, que había abrazado apenas hacía una década el profesionalismo, y que tenía en el propio entrenador del Malmö, el inglés Bob Houghton, a uno de sus exponentes.