Gran Bretaña tuvo que elegir un color diferente de los habituales rojo, blanco y azul de su bandera, debido a que estos colores ya habían sido elegidos por EE.
UU., Alemania y Francia respectivamente (Italia no adoptó su famoso Rosso Corsa hasta que un Itala de color rojo ganó la carrera Pekín - París en 1907).
La elección del color verde por el equipo británico generalmente es considerada como una muestra de agradecimiento a Irlanda,[1] donde se disputó la Copa Gordon Bennett de 1903 (la competición era ilegal en las carreteras públicas británicas).
Los británicos adoptaron el color verde denominado shamrock green (véase verde trébol o irlandés) que después sería conocido como el British racing green, aunque el Napier que ganó en 1902 había sido pintado de verde oliva, tradicionalmente utilizado como un color apropiado para locomotoras y maquinaria, productos en los que Gran Bretaña había liderado el mundo durante el siglo anterior.
El Automóvil Club de Gran Bretaña anunció que el coche N.º 160 conducido por el Sr. White, y el coche N.º 45, fabricado en Londres por Napier & Son y equipado con neumáticos Dunlop, conducido por Selwyn Edge, representarían al club.
[4] The Times anunció el 30 de junio que Edge había ganado la Copa Gordon Bennett.
[5] Poco después, se anunció desde Viena que el 1 de julio Marcel Renault había ganado la carrera París-Viena, con M. Henri Farman en segundo lugar.
Kildare y otros consejos locales emitieron algunas objeciones sobre sus áreas, mientras que el Condado de Laois declaró: "Que se darán todas las instalaciones y se colocarán las carreteras a disposición de los automovilistas durante la carrera propuesta".
Noventa y un cronógrafos para tomar los tiempos de la carrera fueron suministrados por la firma anglo-suiza Stauffer Son & Co.
La prueba de 328 millas (528 km) fue ganada por el famoso piloto belga Camille Jenatzy, conduciendo un Mercedes con los colores alemanes.
Esta sección fue comentada como la mejor parte de la carrera para circular a alta velocidad, y en la práctica algunos coches alcanzaron 150 km/h (93,2 mph).
Los cronógrafos para la toma de tiempos del evento fueron suministrados por la firma anglo-suiza Stauffer Son & Co.