La Cooperativa Provincial Agraria y Ganadera San Isidro, S. Coop.
La producción de patata alcanzaría tal magnitud que las necesidades de semilla llegarían a alcanzar hacia finales de los años sesenta cifras récord en torno a las 300 t que mayoritariamente procedían del norte de España (Navarra, Palencia, Galicia), pero también del extranjero (Irlanda).
El tomate se erigió así en producto estrella de la Cooperativa y eclipsó rápidamente la importancia de otros tradicionales como la patata que continuarían comercializándose en la mesa del Mercado Central.
Los años noventa son también ricos en acontecimientos ya que al creciente ritmo en la producción acompañó también el crecimiento de las instalaciones para albergar una subasta diaria que ya superaba el millón de kilos al día en plena temporada.
Nuevos envases como el P6 vinieron a ajustar aún más los esfuerzos en normalización y control de calidad,[3] y la Entidad creció no solo en metros edificados sino también en secciones de servicios al socio (asesoramiento técnico, suministros, riegos, ferretería, taller).