Convictos en Australia

Durante esta época las prisiones británicas estaban saturadas, y era necesario aliviar la presión demográfica.

Jeremy Bentham propuso la idea de una prisión circular, pero las penitenciarías eran consideradas por los funcionarios del gobierno como un concepto americano.

[6]​ El Bloody Code fue anulado a comienzos del siglo XIX porque jueces y jurados consideraban que los castigos eran demasiado severos.

Sin embargo, como los legisladores seguían queriendo aplicar una ley ejemplarizante que desanimara a potenciales criminales, al mismo tiempo que necesitaban reducir su severidad, recurrieron al transporte forzoso a las colonias como el castigo más común.

[7]​ Durante la Revolución industrial, y debido a las desigualdades sociales provocadas por la misma, así como el desplazamiento de la población rural a las ciudades, se incrementó el número de pequeños crímenes, por lo que los gobiernos europeos se vieron presionados para que encontraran una alternativa al confinamiento en prisiones cada vez más atestadas.

Durante la época se consideraba una alternativa más humanitaria a la pena de muerte.

Unos 60.000 convictos fueron transportados a las colonias británicas de Norteamérica durante los siglos XVII y XVIII.

Después de los famosos viajes del capitán James Cook al Pacífico Sur en los que visitó numerosas islas y reclamó Australia en nombre de la Corona británica, estas nuevas colonias comenzaron a ser percibidas con vistas a su aprovechamiento como destinos penales.

Los detalles proporcionados por James Cook y su expedición al Pacífico Sur en 1770 la convertían en el lugar más adecuado.

El término Australia fue utilizado por primera vez por Matthew Flinders hacia 1800, derivado de la antigua referencia mitológica a la Terra Australis, la Gran Tierra del Sur.

Iban acompañados por oficiales militares, miembros de la tripulación, familias e hijos que constituían unos 645 colonos.

Allí establecieron la primera colonia europea permanente en el continente australiano, Nueva Gales del Sur, el 26 de enero.

Los barcos de transporte solo llevaban suficiente comida para los colonos civiles hasta que pudieran establecer cultivos agrícolas en la colonia.

Oficiales corruptos, soldados y tripulaciones sádicos contribuyeron a la alta mortalidad de los viajes.

La administración de Bourke se enfrentó a la controversia, pues los magistrados y funcionarios enviaron una petición a la corona para que impidiera al gobernador interferir en sus derechos legales, temiendo que una reducción en los castigos redujera su control sobre los convictos.

Entonces quedaba libre para asentarse como colono en Australi o podía regresar a Inglaterra.

Sin embargo, los convictos que intentaban huir o que mostraban un mal comportamiento eran enviados a colonias de castigo secundario como Port Arthur en Tasmania o la Isla Norfolk, donde sufrían castigos adicionales y aislamiento.

En 1803 fue enviada la primera expedición británica desde Sídney a Tasmania (por entonces conocida como Tierra de Van Diemen) para establecer una nueva colonia penal.

Desde su localización fue enviada una expedición buscando otros lugares adecuados y en 1804 el capitán David Collins fundó el asentamiento de Sullivan´s Cove.

Este asentamiento posteriormente recibiría el nombre de Hobart y Risdon Cove sería abandonado.

En 1830 se estableció la colonia penal de Port Arthur para reemplazar a Macquarie Harbour, ya que era más fácil mantener una comunicación regular por mar.

En 1823 John Oxley navegó desde Sídney para explorar Port Curtis y Moreton Bay como posibles lugares para establecer una nueva colonia penal.

En Moreton Bay encontró el río Brisbane, cuya existencia había sospechado James Cook, y exploró su curso bajo.

El transporte de convictos a Australia Occidental no comenzó hasta 1850 y terminó en 1868.

Temiendo que esta zona de Australia fuera reclamada por Francia, el gobernador Ralph Darling se apresuró a enviar al mayor Edmund Lockyer con soldados y 23 convictos, para establecer la presencia británica en el oeste.

La presencia de los convictos en Australia Occidental terminó con el cese del transporte penal desde Gran Bretaña.

Eligió Sullivan Bay cerca de Sorrento para construir un nuevo asentamiento, a unos 90 km al sudeste del actual Melbourne.

En 1804 cientos de rebeldes irlandeses protagonizaron la primera gran rebelión contra el gobierno colonial en Castle Hill.

A pesar de ganarse una reputación de alborotadores, en otros aspectos, no obstante, los irlandeses demostraron ser unos súbditos ejemplares, construyendo iglesias, escuelas y edificios públicos y exponiendo una rígida ética basada en el catolicismo.

Esta actitud fue conocida como la mancha del convicto, e hizo las investigaciones genealógicas muy difíciles.

Puesto de azotamiento en la Prisión Fremantle. La prisión fue construida para el trabajo de los convictos en la década de 1850.
Prisión colonial de Port Arthur.
Una fotografía de estudio del convicto Bill Thompson, con su uniforme de preso y sus grilletes tomadas en la década de 1880.