[6] Hasta fechas recientes aún subsistió también hubo un molino inicialmente conocido como Mazón (o Maçon) que ha servido con fines varios (batanero, harinero, hidráulico, etc).
A esta fundación siguieron en estas tierras poco después las de Tudela (1257), Estella (1262) y, bastante más tarde, Monteagudo (1503).
[13] Desde el primer momento son protegidas por papas y reyes navarros, desde la época de Teobaldo I.
En esos años se libraba la Guerra contra la Convención y la plaza fuerte de Pamplona, tan cercana a la frontera con Francia, era un objetivo cercano para las tropas francesas que cruzaron los Pirineos y se adentraron por territorio peninsular.
Preparado y adecuado para atender las necesidades de la nueva comunidad, en 1804 se establecieron en él la errante comunidad de las clarisas que diez años antes se había empujada a abandonar su monasterio original.
En el segundo tramo, en su muro septentrional, se abría una puerta protegida por arco rebajado.
La mesa del altar y el ático se adornan con cruces antonianas sobre águilas imperiales.