La Orden de Frailes Menores fue la primera que se instaló en Santa Fe la Vieja.
En la parte este del templo, se construyeron el convento franciscano, con sus celdas y demás comodidades para la comunidad.
Luego, el animal sería dado muerto tras la intervención de una brigada armada mandada por el Cabildo.
Hoy en día, se puede observar una mesa de madera donde quedó grabado el zarpazo del animal.
En 1938, el arquitecto Ángel Guido respetó la nueva fachada pero trató de devolverle al interior su aspecto original.
En su fachada se destaca la torre adosada al costado izquierdo, articulando el frente de la iglesia con el ala del museo (el antiguo convento).
[5] Tiene su puerta principal hacia el frente y dos puertas laterales, una de las cuales comunica con una galería que da a la calle del oeste y la otra con la galería del claustro.