Su iglesia fue derribada durante la guerra civil española.[2] Con su fundación, el convento recibió diversas propiedades: l'Oliver, l'Olm, la Lloba, el Botjar y la senda de les Ombries.Con la desamortización de Mendizábal, en 1837, el convento fue adquirido por la ciudad y se habilitaron los terrenos para mercados y viviendas, con una reforma a cargo del arquitecto José Moltó Valor.Sobre estos terrenos se construyó la casa consistorial de Alcoy, obra de Jorge Gisbert Berenguer, entre 1843 y 1865.[3] El conjunto contaba con una iglesia y un convento, rodeados de un foso y con una puerta cada uno, con lo cual tenía componentes de fortaleza.