Fue fundado por el matrimonio Francisco Palomino Ulloa y Juana de Quesada, en 1615, para ello donaron su casa y la de Alonso de Guzmán, una de esas casas era el antiguo palacio del Cardenal Esteban Gabriel Merino en la primera mitad del siglo XVI, ya que su escudo se encuentra en un vano sobre la puerta interior del refectorio.
El coro va en alto a los pies cerrado en su frente con celosía.
Es notable el retablo mayor, con lienzos de los siglos XVII y XVIII.
En la portada destaca el concepto geométrico decorativo con una sencilla composición.
Suprimiendo el entablamento y embebiendo las pilastras, se consigue que el plano más llamativo sea el nicho, en cuyo interior destaca una figura exenta de Santa Teresa y rematándolo un frontón triangular roto del que se eleva una sencilla cruz.