En el edificio fue enterrado el pintor Francisco de Zurbarán, pero sus restos se perdieron durante el derribo del convento.
[1] Las dependencias conventuales, tales como refectorio, celdas, enfermería, etc. estaban distribuidas en torno a dos patios.
A diferencia del resto, no fue concebida con enterramiento para nobles, sino como un lugar de recogimiento para la comunidad.
Llegó a tener tal importancia que acabó dando nombre al convento.
Esta cofradía fue fundada por el fraile agustino recoleto y destacado arquitecto del siglo XVII, fray Lorenzo de San Nicolás.