El contrapoder es una estructura que se erige frente al poder oficial en un Estado.
El objetivo del contrapoder en la mayoría de los casos es detener acciones determinadas que afectan profundamente a la sociedad o a un sector y no programar alternativas al actual modelo imperante, aunque en determinados conflictos sea efectivamente ésta la razón de fondo en la estrategia.
El contrapoder es también una lectura sobre los movimientos sociales hecha principalmente desde el marxismo autonomista.
Este le da una interpretación propia a la historia, llamado así por Michael Hardt y Antonio Negri en cuanto a la desintegración de la idea clásica del Estado-nación y la desfiguración misma de las instituciones sociales.
Habrá tres componentes teóricos específicos; resistencia, insurrección y poder constituyente.