Su primer artículo, «Una polémica sobre la normalidad del delito», escrito a los veintiún años de edad, está considerado hoy como uno de los textos fundacionales de la sociología española, ya que en él aborda, por primera vez en España, el problema del delito desde una óptica sociológica.
Dicha perspectiva sociológica es la que mantiene también en su primer libro, Las nuevas teorías de la criminalidad (1898), una exposición sistemática sobre criminología que fue inmediatamente traducida a diversas lenguas.
Fruto de sus trabajos en el Laboratorio es La mala vida en Madrid (1901), un estudio sociológico sobre el hampa madrileña de finales del siglo XIX, escrito en colaboración con Llamas Aguilaniedo, y cuya edición alemana de 1909 fue prologada por Cesare Lombroso.
Como jurista, ejerció la abogacía y redactó el Proyecto de Código Penal de 1902, por encargo del ministro Juan Montilla y Adán, proyecto que no llegó a ver la luz por la continuas crisis políticas.
Al finalizar la Guerra Civil se exilió en Francia, teniendo que vivir durante más de un año en un asilo para indigentes con su mujer, sus hijos y sus nietos, antes de poder ser trasladado a la República Dominicana con fondos de ayuda para los refugiados.