Esto ocurre porque las cuentas de cada unidad por separado no dan una imagen completa de las actividades de la misma y omiten informaciones relevantes como créditos y débitos recíprocos, pudiendo existir resultados recíprocos que no son reales o que no han sido realizados.
Desde el punto de vista fiscal, las legislaciones normalmente permiten tributar al grupo en el Impuesto sobre sociedades como sujeto pasivo para que la tributación se ajuste a la capacidad económica del grupo.
Las cuentas consolidadas muestran la información como si el grupo fuese una sola sociedad y como si todas las sociedades que lo constituyen se hubiesen fusionado en una única entidad.
Las fases que comprende la consolidación son:[2] Se produce una doble homogeneización, de carácter temporal y valorativo.
En la agregación de las cuentas anuales consolidadas se utilizan distintas técnicas.