La muerte de una persona puede ser recordada con actos solemnes, como un minuto de silencio o un funeral.
El significado de los términos «conmemoración» y «celebración» tiene cierto grado de solapamiento, aunque no son sinónimos.
una celebración puede recordar un acontecimiento alegre, festivo o simplemente solemne, mientras que una conmemoración puede recordar, además de lo anterior, un acontecimiento triste o luctuoso.
contraponen los dos términos de forma más tajante, de manera que se celebra un acontecimiento alegre, como el nacimiento de una persona o el final de una guerra, pero se conmemora un acontecimiento triste, como la muerte de una persona o el inicio de una guerra.
[2] Según el historiador Pascal Ory, la conmemoración puede presentarse de tres maneras: En la liturgia católica, la conmemoración es el recuerdo de un santo con motivo del aniversario de su muerte en la celebración de la misa.