Confesor del rey de España

Desde el período bajomedieval surge la figura del confesor de monarcas en las monarquías peninsulares.Durante los siglos XVI y XVII la mayoría de los confesores del rey son dominicos.Ya en el siglo XIX la figura del confesor irá reduciendo su ámbito de influencia, destacando sin embargo Félix Amat, confesor de Carlos IV y Cristóbal Bencomo, confesor de Fernando VII.La última figura especialmente relevante que ocupó el cargo fue Antonio María Claret, nombrado por Isabel II entre 1857 y 1868.Durante el siglo XVIII el confesor regio era miembro nato de la Junta Real de Obras y Bosques.