La conferencia, mantenida en los días posteriores a la captura británica de Long Island, duró apenas tres horas y fue un fracaso.
Puesto que creían que todavía era posible poner fin a la disputa sin más violencia, los hermanos Howes insistieron en recibir poderes diplomáticos además de sus funciones militares.
[1] El almirante Howe había discutido previamente sobre agravios coloniales de manera informal con Benjamin Franklin en 1774 y 1775, sin llegar a resolverlos.
Como consecuencia, a los Howes solo les concedieron la capacidad para emitir indultos y amnistías, pero no para hacer concesiones sustantivas.
[1] Una vez que llegó la flota en julio de 1776, el general Howe realizó varios intentos de establecer comunicaciones con el general del Ejército Continental, George Washington.