Conferencia de Spa (mayo de 1918)

[nota 1]​ Esta tutela, camuflada tras una supuesta igualdad entre los dos imperios, afectó a la política, la economía y los asuntos bélicos: Austria-Hungría permaneció coligada con el Reich.[2]​ Al emperador Carlos I le acompañaban su nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Esteban Burián[nota 4]​[4]​ y sus más estrechos consejeros.[nota 7]​[6]​ Finalmente, el Ejército, debilitado por las privaciones, sufrió una paulatina desorganización: las deserciones y los motines se multiplicaron, así como las negativas de los soldados a acudir al frente.No obstante, las declaraciones del ministro austro-húngaro de los Asuntos Exteriores, Ottokar von Czernin, los frustraron.[15]​ Además, el nuevo Gobierno encabezado por Lenin buscó enseguida negociar con los imperios el restablecimiento de la paz.[10]​ El debilitamiento político austrohúngaro redobló las aspiraciones alemanas; en los días previos a la reunión de los dos emperadores, los responsables políticos, económicos y militares del Reich afinaron los proyectos con los que pretendían rematar el proceso de sometimiento del imperio vecino.[21]​ Pese a ello, parecía que finalmente el reino de Polonia quedaría dominado por el Reich.Sin embargo, la naturaleza de este control dividió a los mandatarios alemanes: el canciller, Georg von Hertling, creía conveniente mantener cierta influencia austrohúngara en Polonia, mientras que los militares y ciertos diplomáticos deseaban eliminar definitivamente el ascendiente austrohúngaro de la región.[2]​ Ante las discrepancias entre los negociadores alemanes, estos decidieron condicionar el acuerdo entre los dos imperios a que se estipulase el reparto de Polonia.[10]​ Los representantes alemanes deseaban verificar la unión política y económica entre los dos imperios, si bien no se ponían de acuerdo sobre su naturaleza.[22]​ Se firmó, en todo caso, una liga militar ofensiva y defensiva, válida durante doce a partir del fin de la guerra mundial.[12]​ Pese a las objeciones austrohúngaras, el acuerdo austro-alemán hizo hincapié asimismo en la necesidad de reforzar la unión económica entre los dos imperios.[nota 11]​[23]​ La conferencia concluyó con un tratado de alianza que permitía la integración en el Reich del imperio vecino y facilitaba la absorción; se tomó como modelo los tratados que sirvieron para integrar Baviera en el Reich en tiempos de Bismark.[24]​[21]​ Esta liga transformó en la práctica al imperio en vasallo del Reich[11]​ y constituyó la conclusión de la política alemana hacia Austria-Hungría.[24]​ Junto a la alianza política y militar, el acuerdo ratificado en Spa por los dos emperadores incluía también un aspecto económico destacable, en el que sobresalía en especial el pacto de unión aduanera entre los dos Estados.[21]​ Esta parte del acuerdo, sin embargo, quedó en nada por las diferencias entre los dos países: los negociadores alemanes deseaban implantar una unión aduanera más o menos completa, mientras que loa austrohúngaros preferían la formación progresiva de un «espacio económico unitario».[23]​ El acuerdo entre las dos monarquías, aunque plasmó las discrepancias entre ellas, también incluyó el compromiso de implantar la unión aduanera antes el final del conflicto.[31]​.[32]​ Los representantes austrohúngaros redoblaron sus objeciones y lograron limitar la duración de la unión aduanera a cinco años, aunque pudiese luego prorrogarse.[28]​] En efecto, desde aquel momento, los Aliados apoyaron a los movimientos deseosos de desmembrar el imperio, como los consejos nacionales que se estaban formando.
Reunión entre Guillermo II y Carlos I en 1918.
Ottokar Czernin en 1918. Ministro austrohúngaro de Asuntos Exteriores, tuvo un papel crucial en la divulgación de las negociaciones entre el imperio y los Aliados.
En azul, Rumanía según las fronteras estipuladas en el Tratado de Bucarest de mayo de 1918 : el Imperio austrohúngaro obtuvo ciertas franjas fronterizas (en rosa oscuro); Bulgaria, por su parte, recibió la Dobruya meridional (en verde).
Photographie d'un homme âgé assis
Georg von Hertling , entonces canciller del Reich, se mostró partidario del mantenimiento de una cierta influencia austrohúngara en Polonia.
Photographie en couleurs de la ville de Salzbourg
Las negociaciones para concretar en la práctica los acuerdos del 12 de mayo se celebraron en Salzburgo , cerca de la frontera entre los dos imperios.
Portrait photographique d'un homme, le sénateur Charles Debierre
El senador Charles Debierre expresó su consternación por el refuerzo de los vínculos entre el Imperio alemán y el austrohúngaro.