Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe

A partir de entonces, otorgaron a la CEPAL el mandato de convocar con carácter permanente y regular, a esta instancia intergubernamental, que desde el año 2000, se denomina Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe y que en 2020 celebra su XIV versión.

El cuidado pasa a ser considerado un bien público que exige políticas públicas que reconozcan "la necesidad de la corresponsabilidad de los Estados, gobiernos locales, organizaciones, empresas y familias".

Fue con ese objetivo que una articulación feminista regional repartió guantes de goma naranjas (como los que se usan para lavar platos y fregar pisos) con la leyenda “Las trabajadoras domésticas tienen derechos.

Al finalizar la Conferencia, Sonia Montaño, terminó su discurso levantando sus brazos enguantados e invitando a todas las participantes, vinieron de los gobiernos o de la sociedad civil, a involucrarse en esa lucha.

[17]​ que busca responder la pregunta sobre el papel del Estado en el logro de la igualdad de género en un momento en el que todavía existen desafíos si bien se han consolidado logros importantes.

Como todos los consensos, este se divide en dos grandes bloques: uno general -considerandos-, y otro específico que contiene los acuerdos o medidas concretas para la acción.

En la segunda parte, los acuerdos, este consenso trata 8 áreas o dimensiones estratégicas: En estas áreas, los consensos definen medidas relativas a la formulación de marcos de política pública, marcos normativos o jurídicos, medidas para incrementar los recursos financieros, o acciones concretas que avancen la implementación de las políticas existentes.

Las voces de todas las mujeres, indígenas, negras, blancas, rurales, urbanas, trabajadoras domésticas, discapacitadas, jóvenes, viejas, migrantes, lesbianas, transexuales han sido imprescindibles para repensar y demandar la igualdad, la justicia social y la democracia".

El Consenso refleja las preocupaciones de las mujeres para que este nuevo escenario digital no profundice las desigualdades y la discriminación para las mujeres y las niñas, reflejándose en la brecha digital de género.

La XII Conferencia y su Consenso constituyó un antecedente e influyó para que en la nueva Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada en el 2015, se incorporara las TIC como parte del Objetivo 5 para la igualdad de las mujeres, como herramientas habilitadoras para las metas establecidas en este Objetivo y la hoja de ruta hacia la igualdad, como aliadas para «alcanzar la igualdad y ayudar a reducir las inequidades de género».

Las restantes áreas de acuerdos del Consenso de Santo Domingo se enfocaron en los siguientes aspectos: La sesión final con 12 acuerdos, estuvo dedicada identificar acciones generales y estratégicas para que los diferentes acuerdos producto del Consenso de Santo Domingo, así como los acuerdos anteriores se hagan realidad en los diferentes escenarios de naciones unidas regionales y mundiales.

La Estrategia de Montevideo es un instrumento político-técnico para fortalecer el papel del Estado y las políticas públicas multidimensionales e integrales para alcanzar la igualdad de género en la región hasta 2030.

Su éxito a nivel regional y su adaptación a nivel nacional y regional requiere de la participación activa de la sociedad civil en toda su diversidad, especialmente de organizaciones y movimientos de mujeres y feministas, jóvenes, indígenas, afrodescendientes, mujeres rurales, mujeres migrantes, adultas mayores, mujeres con discapacidad, personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales (LGBTI), los sindicatos, el ámbito académico, los y las defensores de derechos humanos.