[1] Este linaje descendía por varonía del conquistador andaluz Nicolás de Ribera el Viejo, primer alcalde ordinario de Lima.
[2] Como tesorero de la expedición partió a bordo del Santiaguillo, nave cuya construcción había supervisado, en 1524.
Tras una serie de fracasos y encuentros con indios que oponían cruda resistencia, los conquistadores se vieron en la Isla del Gallo, donde Ribera pasó a formar parte de los Trece de la Fama que decidieron seguir con Pizarro en la isla, con el objetivo de llevar a cabo la conquista del Perú.
[4] En 1822, el Protectorado del Perú declaró caduco el condado de Santa Ana de las Torres, al no haber concurrido su titular a la revalidación ante el nuevo Estado peruano.
Poco después, con la nacimiento de la república, se abolirían definitivamente los títulos nobiliarios.